domingo, 20 de marzo de 2016

[Análisis] To 3D or To Not 3D: ¿El 3D solo consiste en lanzar cosas al público?

Muchas cosas se han dicho los últimos años sobre el 3D. Que es solo una moda pasajera, que va a ser una dictadura, que es solo un truco barato, que solo es para que los estudios ganen más dinero, etc.

Esto ha llevado a que nos preguntemos, ¿de verdad el 3D es importante? La respuesta fácil sería: No, una película puede ser la misma sin ella, y la verdad es que si, la película puede sobrevivir sin 3D y aportar la misma historia, lo que crea una nueva pregunta: ¿Por qué el público y los realizadores continúan consumiendo y realizando productos en este formato, respectivamente?

Viejo perro, trucos nuevos.
Para eso vamos a determinar siete ítems, los cuales son expuestos por Cinemablend (To 3D or To Not 3D, acá encuentras reseñas basadas en el aspecto 3D de las películas, solo está en inglés) que nos ayudaran mucho en determinar que aporta el 3D a una película y si es “un buen 3D o mal 3D”, empecemos:

1. ¿Si aporta?

Tu ojos ante la película.
Esta es la más sencilla. La idea es saber si una película puede aprovechar o no el 3D, lo cual puede resolverse de manera fácil mirando dos aspectos: A) Si la película tiene elementos de géneros tales como la ciencia ficción, acción, aventuras, es una animación o tiene efectos visuales y especiales, es muy probable que la película se favorezca de grabar en 3D.

Por otro lado, un drama, una comedia o un thriller son más difíciles y el efecto 3D será mucho más obvio, pero, ¿Aporta a la película?, y ahí entra nuestro segundo aspecto: B) El apartado visual, fotográfico y la historia. ¿Recuerdan cuando salió El Gran Gatsby con Leonardo DiCaprio?, pues fue rodada en 3D, generando una duda, ¿porque? Y es acá donde se pone complicado, quizá el forzar al rodar en 3D depende no solo de la visión del director, sino también en si es necesaria y se puede aprovechar, ejemplo:

Una película como Avatar, Prometeo, Mad Max o Toy Story 3 tienen más facilidad de aprovechar el 3D y como juega con el entorno; En cambio, películas como El Gran Gatsby, Stalingrado o cualquier película que fuera re-estrenada en 3D, son más complicadas de adaptar al sistema y a poder jugar con el entorno.


2. Esfuerzo y planeación.

¿A mejor cámara, mejor 3D?
Aquí hay un problema, del cual poca gente sabe la respuesta: ¿Cuántas películas 3D en realidad son 3D?

Sucede que el hecho de que sea estrenada en 3D no significa que este grabada en 3D, lo cual puede ser o un bien, o un problema de cabeza para todo el mundo. El hecho de grabar con cámaras 3D facilita a todo el equipo a tener un mejor resultado en los distintos beneficios del 3D, pero que sea grabada normalmente, y luego se haga una post-conversión en 3D puede ser o beneficioso, o un mal movimiento.

Siempre se debe tener en cuenta de que y como se va a grabar, y más aún, en que formatos se va a proyectar: Un estudio y un director puede preferir grabar y tener un resultado sobresaliente, o hacer todo en post (ya sea por presupuesto, o porque esto complica las labores de todos los departamentos para que utilicen una mejora en los colores rojo, azul y verde en cada escena y sean el triple de cuidadosos), y tener un resultado menor pero igual de bueno, el problema yace es en como lo hacen.

De manera rápida veamos 5 ejemplos:
A) Guardianes de la Galaxia tiene un excelente uso del 3D, pero es hecha en postproducción.
B) Avatar fue grabada en 3D, lo cual le dio la capacidad de sacar lo mejor del 3D.
C) El Ultimo Maestro del Aire tuvo un 3D hecho en post, lo cual le dio pésimos resultados.
D) Piratas del Caribe: En Mareas Misteriosas (la 4, de la cual nadie se acuerda), fue rodada en 3D, pero no había ningún signo de que fuera así durante la proyección.
E) Transformers: El Lado Oscuro de la Luna fue uno de los primeros híbridos, con escenas rodadas en 3D y otras en Post-producción.

Teniendo en cuenta esto, grabar en 3D no te va a dar lo mejor, a menos que lo sepas utilizar, así que hay que tener en cuenta que si está grabada en 3D vamos a tener mejores resultados, pero si hay post-producción de por medio, las cosas pueden salir bien o mal, dependiendo de qué tan en mente hayan tenido en cuenta el 3D los realizadores y que tan comprometidos sean al entregar la mejor versión posible.


3. Delante de la pantalla.

Cuando todo te cae en la cara.
Este es el recurso que hizo famoso el 3D: Los objetos que saltan hacia el espectador que lo hacen saltar, mover la cabeza rápidamente o correr de un lado a otro de su asiento.

Quizá al ser el ítem más reconocido, es del que menos hay que hablar y explicar: Mientras más objetos salgan hacia la pantalla, mejor se va a sentir el efecto 3D, pero, solo si es usado bien y no agota al espectador.

Todos queremos que en una película 3D nos lancen algo o notemos que algo salga de la pantalla, pero tampoco queremos que se abuse de este efecto; Y no solo tienen que ser objetos específicos, pueden ser el mismo ambiente (niebla, cenizas, arena) lo cual hará que la película se sienta con más poder visual y apreciativo.

4. Más allá de la pantalla.

A mejor calidad, mayor felicidad.
Este ítem es el más complicado de hablar, ¿Por qué? Porque sucede que es un aspecto técnico que muy pocas veces lo aprovechan al 100%, y lo mejor, que hace sentir a la película viva.

Este ítem se refiere más a que tanto podemos apreciar en la imagen y en la profundidad de cada toma o plano, en otras palabras, que tanto se siente el entono y el universo que rodea a los personajes: Los edificios, las texturas, los colores las luces, la gente que pasa al fondo de la cámara, los escombros, etc, cualquier elemento que este junto a los personajes permite que estos se sientan más reales, al igual que lo que vemos, al igual que dotar de un carácter más artístico e interesante en cuestión de colores y fotografía.

Tomemos como ejemplo dos películas: A) Abraham Lincoln: Cazador de Vampiros, donde a pesar de ser una película con post-3D, aprovecha al máximo esta técnica, dotando de más realismo los entornos, debido a un aspecto muy particular y colorido; y B) Avatar, donde la profundidad ayudaba a dar mejor forma al universo de Pandora y a cada elemento que hay alrededor, haciéndolo más creíble a la vista del espectador.

La técnica es difícil algunas veces de notar, pero cuando está bien hecha permite resaltar cada plano como si fuera un cuadro de arte frente a nosotros, al cual podemos entrar.


5. Brillo.

Carta de Michael Bay a proyeccionistas de cine antes del estreno de Transformers 3
Acá hay una dificultad, y es que no solo depende de la película, sino también de la sala de proyección: Las gafas 3D actualmente son polarizadas (lo que permite tener el efecto 3D a los filtros mostrados en pantalla), por lo tanto son negras, así que por ende, la proyección tratara de ser lo más brillante posible en primera, y en segunda los realizadores tendrán que tener cuidado con escenas que estén en un espacio oscuro, lo cual puede dificultar tanto en post, como en el rodaje como tal.

Esta clase de problemas eran muy frecuentes durante el boom del 3D en el 2009, pero ya cada vez va siendo menos los problemas frente a esto.

6. El test de “Fuera Gafas”.

Ver como los que usamos gafas.
¿Quieres saber que tanto 3D hay en pantalla? Retírate las gafas un momento y mira cuan distorsionada esta la imagen, mientras más distorsionada, mejor es el resultado frente al 3D.

Esta técnica permite resumir los 5 items anteriores en un momento, dejando al espectador la sensación de si hay o no 3D, y de cuan provechoso es en cada escena.

7. Salud de la audiencia.
Tweet sobre gente con nauseas despues de ver The Walk en 3D
Que mires algo en 3D, que este grabado en 3D y que tenga la mejor post-conversión en el mundo, no siempre es bueno si no está en las manos correctas.

Si los movimientos de cámara, la acción, los cortes son muy salvajes, y peor aún, muy continuos, el espectador no solo va a salir mareado, sino con dolor de cabeza, y el ejemplo vivo es Transformers: La Era de la Extinción (Lee la reseña que le hice dando clic acá).

Esta película hacia que los espectadores lloraran de lo forzado y largo que era el 3D, además de las maniobras constantes de los protagonistas y la cámara, hacía que le ardieran los ojos al espectador y saliera con dolor de cabeza.

Mientras más cuidado sea el aspecto técnico, mejor para el espectador y su salud, nadie quiere pagar para entrar a cine a recibir un dolor de cabeza y marearse.
La audiencia como prioridad para brindar la mejor experiencia.
En conclusión, aunque el formato 3D no sea necesario, abre las puertas a muchas ventajas artísticas y técnicas que permitan una catarsis con el espectador, generando que este disfrute la película aún más y se sienta dentro de la misma. Bueno o malo, es cuestión de gustos y de la forma en la que cada estudio y/o director lo apliquen a su favor, ya sea a una película de terror (Destino Final 4), una de acción (Los Vengadores), drama (Love), épica (Éxodo) o ciencia ficción (Rescate a Marte), al menos como espectador ya tienes bases para saber que es un buen o mal 3D.