La Tierra y La Sombra de César Augusto Acevedo logra atrapar al
espectador en una historia de reconciliación entre un padre y su familia, a la
cual abandono tiempo atrás, teniendo como trasfondo un entorno de cambio e
industrialización que rodea a nuestros personajes y nos hablan críticamente
sobre el abandono y la ausencia, todo esto contado a partir de una excelente
fotografía, la cual le hizo merecedora a la Caméra d'or en el Festival de
Cannes, y de un planteamiento argumental y visual que rememora una atmósfera de
aislamiento y pesadez frente a los cambios del tiempo mismo, logrando usar de
manera eficaz una historia llena de metáforas y conflictos que hacen cuestionar
al espectador sobre la situación de un país y la familia.
Bella película, bella fotografía. |
Empezando por una dirección muy
precisa y bien manejada, dando un estilo no solo propicio para la historia,
sino que funciona como narrativa de cada imagen y del universo de los
personajes, logrando que cada plano, que
cada escena tenga su momento y razón de ser, y mejor aún, que el ritmo llevado
sea el más preciso para llevar esta historia, siendo usado en pro de la
historia, así como en Señoritas de
Lina Rodríguez, donde el plano contemplativo es uno de los recursos del
lenguaje cinematográfico para poder relatar la historia.
La técnica detrás de la magia. |
En cuanto al guion, aunque es
sencillo en su fórmula, es muy efectivo al plantear cada situación y cada curva
dramática, logrando que el espectador entienda a partir de lo visual el
sentimiento de los personajes, y por el dialogo la información necesaria para
definir cada relación y punto de vista, logrando un muy buen balance entre lo
argumental y lo visual, sin caer en la sobre-exposición de tramas o tener
escenas sin sentido, aunque tiene falencias en la naturalidad de algunos
diálogos y como son dichos por los mismos actores, dando paso a tener un aire
de películas tales como Todos Se Van
de Sergio Cabrera, donde se hace una crítica a un cambio en la sociedad, al
mismo tiempo de una relación familiar en busca de la redención.
Ejemplo de una buena fotografia. |
Por otro lado, los actores tienen
un rol fundamental que mueve la película de principio a fin, siendo su
determinación y su naturalidad lo que nos da un ambiente más realista, y es el
hecho de tener actores naturales, algo muy usado en este tipo de producciones
(ejemplo, Porfirio, Los Colores de la
Montaña o Alias María), denota muy bien la intención de cada momento,
aunque logre el dialogo en unas pocas ocasiones, dar un paso atrás a la escena
o momento de la película.
Cabe mencionar que la fotografía
es sumamente hermosa, logrando que cada plano luzca de manera única, reflejando
unos espacios más cerrados y oscuros en algunos momentos, incluso reflejando en
cada movimiento de cámara una precisión perfecta para saber dónde empieza y
termina el plano, siendo la secuencia final una muestra de talento
impresionante, con un fondo tanto artístico como estético y técnico de gran
calidad.
La familia como eje central. |
Sin embargo, el sonido y su
respectiva mezcla son uno de los aspectos más importantes de esta película,
pues a través de este se refuerza la sensación de encierro y cambio, generando
un ambiente muy fuerte, reflejado en la quema de la caña, logrando un ambiente
fuerte y pesado que da una sensación de aislamiento y soledad, manteniendo un
balance perfecto entre diálogos, ambientes y foleys.
"Los Héroes colombianos del arte" |
Y por último, el diseño de
producción y la dirección de arte resaltan de tal manera que hacen que los
lugares no solo refuercen la idea de la película, sino que la misma paleta de
colores y planteamiento hace que el entorno refleje a sus personajes y que vaya
evolucionando con ellos constantemente, al igual que el rol de cada lugar en la
historia y como se desenvuelve ante la cámara.
En conclusión, La Tierra y La Sombra es una película
que no solo habla visual y narrativamente sobre una sociedad cambiante por la
industria y la búsqueda de salvación de una familia como tal, sino que muestra
otra cara del cine colombiano en la actualidad y de la gran capacidad
argumental, técnica, artística y visual de nuestros realizadores, a partir de
una historia hecha con corazón y pasión.
LO BUENO: La fotografía es muy bien lograda, en especial en las
últimas escenas de la película, la historia lleva un ritmo muy preciso y es
atrapante, la dirección refleja muy bien el propósito de cada secuencia y el
sonido logra crear un ambiente muy fuerte durante toda la película y hace que
se sienta vivo el entorno.
LO MALO: La historia se demora un poco en despegar y algunos
diálogos no son los más pertinentes.
LO FEO: No hay un gran apoyo en las salas a producciones con tanto
valor cinematográfico por parte del público.
CALIFICACIÓN: 9.4/10
No hay comentarios.:
Publicar un comentario